Este es el primer post de la serie sobre las lecciones aprendidas este verano.
Dos de las muchas personas llenas de misericordia que conocí este verano son Alan y Debra Hirsch. Una de las lecciones que aprendí de ellos, y que yo subrayaría, viene de Efesios 4:11-13.
Los movimientos dependen de que los cinco dones, el de apóstol, el de profeta, el de evangelista, el de pastor y el de maestro, estén presentes y funcionando.
Esta es una forma de entender esto:
- Los apóstoles catalizan los movimientos para poder hacer discípulos de todas las naciones.
- Los profetas purifican los movimientos al enfocarse en la obediencia y la reverencia a Dios.
- Los evangelistas aceleran los movimientos al ir a buscar a la gente que no conoce a Dios al hacer discípulos.
- Los pastores nutren los movimientos al crear y liderar comunidades sanas.
- Los profesores hacen que los movimientos maduren al ayudar a las comunidades a conocer y a hacer las cosas que Cristo ordenó.
Ahora te toca a ti:
- ¿Cuáles de estos dones te ha dado Cristo? (Para obtener ayuda a la hora de contestar a esta pregunta, te recomiendo que hagas el test online de valoración APEST.)
- ¿Tuviste problemas para entender y aceptar tu don? Si es así, ¿qué lecciones aprendiste sobre ti mismo en el camino?
- ¿Cómo has alienando lo que creías de ti mismo con tus esfuerzos con tu don?
Comparte tus ideas y ¡qué empiece la conversación!