aprender haciendo 

aprender haciendo Llegar a ser un hacedor de discípulos que da fruto puede parecer algo ilusorio al principio.

Has pillado la visión y has absorbido toda la información que has podido… ¿Pero cómo transfieres lo que hay en tu corazón y en tu cabeza en una acción que tiene un propósito?

Un buen punto de partida es juntarte con otros hacedores de discípulos semanalmente para orar y debatir las siguientes seis preguntas:

1. ¿A qué círculos estás ayudando a descubrir y responder a Dios?

(Recuerda: un círculo puede ser una familia, un grupo de amigos o algún otro grupo social existente).

2. ¿Cómo está acercando Dios a este grupo familiar a Él?

3. ¿Cómo te usó Dios la última vez que te encontraste con miembros de este círculo?

4. ¿Qué aprendiste acerca de ti mismo y de Dios gracias a tu último encuentro con ellos?

5. ¿Qué habilidades para hacer discípulos e historias estás preparando para utilizar la próxima vez que te juntes con este círculo?

6. ¿Cómo puede orar y ayudarte tu equipo para hacer discípulos?

Ahora te toca a ti:

  1. ¿Quiénes son los hacedores de discípulos con los que podrías comenzar a debatir estas preguntas?
  2. ¿Cómo puede ayudarte este proceso a practicar lo que has aprendido, y aprender de lo que practicas?
  3. En una escala del 1-10, ¿qué importancia tiene para ti el poner en práctica esta idea?

Comparte tus ideas y ¡qué empiece la conversación!

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *