Este es el tercer post de la serie de seis posts sobre las herramientas para hacer discípulos. 

La escucha activa es una herramienta crucial para hacer discípulos porque  me obliga a quitarme del centro de la conversación o de la relación.

Una vez hago esto, Dios tiene más espacio para realizar su trabajo de enseñar a la gente ¡y acercarla a Jesús!

Este es el tipo de cosas que aprendo cuando hago un buen trabajo a la hora de escuchar:

Cuando escucho a Dios de forma activa, aprendo sobre con quién tengo que hablar, lo que debería decir y cuándo he terminado. La prioridad de escuchar a Dios está enfatizada por la historia en la que Dios usa a Pedro para hacer discípulos de Cornelio y toda su casa (Hechos 10).

Cuando escucho activamente a la gente de paz, aprendo cómo están buscando y respondiendo a Dios. ¡Ni siquiera tengo tiempo para iniciar conversaciones espirituales! Justo esta semana una persona de paz introdujo los tópicos del bautismo y la vida eterna en nuestra conversación.

Cuando escucho activamente a mi equipo, aprendo sobre lo que he sido incapaz, o no he estado dispuesto, a aprender de otros. Debido a esto, un equipo especializado en hacer discípulos dice que hablar unos con otros sobre estrategias y relaciones específicas es una de las cosas más importantes que podemos hacer como hacedores de discípulos.

Y también he aprendido que escuchar no solo tiene que ver con aprender. ¡Se trata también de mostrar a otros cómo pueden escuchar a Dios por ellos mismos y honrar a otros!

Ahora te toca a ti: ¿Cómo utilizas la escucha activa como herramienta para hacer discípulos? Deja tu comentario ¡y comienza una conversación!