haz que sirva para algo

haz que sirva para algo
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En el béisbol, raramente el bateador tiene contacto con la pelota. Para tener éxito a la hora de golpear la pelota, tiene que seguir adelante con el movimiento.

De la misma forma, los hacedores de discípulos tenemos que hacer algo más que tener contacto con las personas de paz.

Nos tenemos que asegurar de que nuestro contacto y nuestras conversaciones espirituales con las personas de paz sirven para algo y tienen un seguimiento.

Estas son tres maneras en las que puedes dirigir tu próxima conversación espiritual:

1. Satisfaz una necesidad.

Después de cada conversación, ponte en el lugar de la otra persona y pregúntate qué podría ayudarla, y a continuación hazlo. Ese simple acto puede ser el que lleve a esa persona y a su círculo de influencia a glorificar a Dios (Mateo 5:16).

2. Prepárate para la próxima conversación.

Sé intencional a la hora de ayudar a la persona de paz a descubrir y a entender más sobre quien es Dios en cada conversación.

Recuerda: la meta de las conversaciones espirituales no es comunicar tu espiritualidad, sino ayudar a la persona de paz a encontrar y a expresar su espiritualidad con Cristo.

3. Deja algo para después.

Una pregunta, un pasaje de la Escritura o una idea general de un estudio de 3 preguntas dará a la persona con la que estás hablando algo en lo que pensar antes de que tengas tu próxima reunión. ¡Esta es una buena manera de tener un seguimiento con ellos!

Ahora te toca a ti:

  1. En una escala del 1 al 10, ¿qué seguridad tienes de que la persona de paz con la que hablas regularmente esté descubriendo más sobre quienes son en Dios?
  2. ¿Cuáles son las dos o tres cosas que puedes hacer para incrementar la puntuación que sacaste en la pregunta anterior?
  3. ¿De qué otras formas puedes hacer un seguimiento de una conversación espiritual?

Comparte tus ideas y ¡qué empiece la conversación!

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