Los practicantes de los movimientos para hacer discípulos discipulan a la persona de paz para que pueda ayudar en sus círculos a descubrir y responder a Dios en obediencia.

Esto requiere de los practicantes que primero atraigan a las personas de paz, les ayuden a entender lo que Dios les está hablando, y les estimulen a tener conversaciones espirituales con sus círculos de influencia.

Los practicantes se multiplican así mismos al entrenar a las personas de paz para que se conviertan en líderes que se reproducen.