Este es el quinto post de la serie de siete posts sobre ir despacio para avanzar rápido.

La palabra atracción ha sido reemplazada por la palabra Misión en el vocabulario de muchos plantadores de Iglesias y misioneros occidentales. Aún así, cuando se refiere a los movimientos para hacer discípulos, los dos conceptos son esenciales.

El resultado final: la gente misional es fructifera dependiendo del nivel en el que sus vidas y sus reputaciones son atractivas para la gente que se encuentra perdida y no conoce a Dios.

Considera cuál es la reputación que se espera que tengan los hacedores de discípulos:

1. Los hacedores de discípulos son gente que ayuda – “De la misma forma, haced brillar vuestra luz delante de todos, para que ellos puedan ver vuestras buenas obras y alaben al Padre que está en el cielo” (Mateo 5:16; ver también 1ª Pedro 2:12).
2. Los hacedores de discípulos son gente con esperanza – “Estad siempre preparados para responder a todo aquel que os pregunte cuál es la razón de vuestra esperanza” (1ª Pedro 3:15; ver también Colosenses 1:27).

Con el fin de encontrar gente de paz, tenemos que vivir de tal forma que ellos nos puedan encontrar. No se trata de programas o grandes estrategias. Se trata de ser gente que ayuda y que tiene esperanza.

Ahora te toca a ti:

1. ¿De qué forma estás ayudando a aquellos que todavía no conocen ni aman a Jesús?
2. ¿Cómo estás creciendo en la esperanza que tienes en Cristo?
3. ¿Qué reputación tenéis tu grupo y tú entre la gente que no conoce a Dios?

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