Una de las cosas que te mantienen humilde en cuanto a hacer discípulos se refiere es el hecho de tener que aceptar ayuda de gente que todavía no conoce a Jesús. De hecho,
¡Jesús asume que la gente que no le conoce cuidará de aquellos que son enviados para dirigirles hacia él!
Esta es la razón por la cual Jesús envió a los Doce sin ningún tipo de provisión (Mateo 10:9-11) y la razón por la cual les dijo a los Setenta y Dos que se apoyaran en la gente que él les estaba enviando para conseguir comida y alojamiento (Lucas 10:5-7).
Para resumir, ¡el hacer discípulos se trata de una calle de doble dirección!
Una de las formas en la que estoy practicando este principio de buscar ayuda en aquellos que estoy buscando alcanzar es pedirles que oren por mi y por mi familia. Como podrás imaginarte, mis peticiones de oración reciben reacciones muy distintas. Por ejemplo:
- Una persona pasó por encima mi petición y redirigió nuestra conversación – y no pasa nada.
- Pero otra persona oró por mi familia – y descubrió a Dios de una forma nueva, poderosa y personal ¡cuando él contestó dicha oración!
Ahora te toca a ti:
- ¿Cómo estás buscando recibir de aquellos a los que has sido enviados a alcanzar?
- ¿De qué formas está utilizando Dios el que tú tengas que humillarte y pedir ayuda para llegar a cumplir Sus propósitos?
¡Siéntete libre para compartir tus pensamientos y experiencias!