Este es el primer post de una serie de seis sobre cómo usar el Padre Nuestro para orar por nuestras ciudades.
Una de las preguntas más estratégicas que se encuentran en la Biblia sobre cómo orar es la siguiente: Señor, ¿cómo deberíamos orar?
Y esta es la respuesta de Jesús:
‘Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Hágase tu voluntad en la tierra así como se hace en el cielo. Danos hoy el pan que necesitamos. Perdónanos nuestras ofensas como también nosotros perdonamos a quienes nos han ofendido. Y no nos expongas a la tentación, sino líbranos del maligno.’
Jesús nos está enseñando cómo orar para que Dios sea glorificado a través de la gente que encuentra una solución a sus necesidades. A continuación se encuentran las cuatro necesidades que Jesús destaca:
- Sustento físico (“danos hoy el pan que necesitamos”).
- Buenas relaciones entre la gente y Dios (“Perdónanos nuestras ofensas”).
- Buenas relaciones entre la gente (“como también nosotros perdonamos a quienes nos han ofendido”).
- Respuestas acertadas hacia Satanás y el pecado (“Y no nos expongas a la tentación, sino líbranos del maligno”).
Cuando nos tomamos el tiempo para entender nuestra ciudad en estas cuatro categorías, somos capaces de hacer oraciones específicas, comunicar claramente las necesidades de nuestra ciudad, y ser más sensibles a cómo quiere Dios que seamos parte de las respuestas a nuestras oraciones.
Puesta en practica: Toma un momento ahora mismo para pedir a Dios que te muestre tu ciudad a través de sus ojos.