Cada movimiento para hacer discípulos es una obra de Dios que se puede observar y medir.

• Todo comienza con un grupo de gente que no conoce a Dios y que responde a él en amor y obediencia. La transformación que resulta de esto es tan real que otros pueden verla.
• Los miembros de este grupo de gente transformada son enviados por Dios a ayudar a otros grupos a experimentar lo mismo. Como en un árbol genealógico, esto hace que nazca una nueva generación de grupos transformados y que incrementan la respiración del movimiento.
• Este proceso se repite en cada generación, multiplicando el número de grupos que están siendo transformados en expresiones concretas del Cuerpo de Cristo.

Aún así, el hecho de que algo pueda ser medido no quiere decir que deba ser medido. Y si no, ¡pregúntaselo al Rey David!

Pero después de haber censado al pueblo, David se sintió muy apesadumbrado y fue a decirle al Señor: “He cometido un grave pecado. Te ruego, Señor, que perdones a este siervo tuyo por haber sido tan necio.”

2ª de Samuel 24:10

Estos son tres principios que te ayudarán a proceder de forma sabia – no de forma imprudente – cuando te dispongas a medir el movimiento para hacer discípulos:

1. Asegúrate de que tu única motivación es glorificar a Dios. Cualquier otra motivación significa reclamar Su gloria para ti.

2. Enfócate en el fruto. Eso es lo que Jesús quiere que tengas y lo que él promete bendecir (Juan 15:16).

3. Utiliza la información para servir a aquellos a través de los cuales Dios está trabajando. Ayúdales a ver lo que Dios está haciendo y a escuchar lo que Dios está diciendo.

Ahora te toca a ti:

1. ¿Cómo se puede convertir el hecho de medir los movimientos para hacer discípulos en una gran imprudencia?
2. ¿Qué frutos serían los que más ayudarían a medir los principios de los movimientos para hacer discípulos?
3. ¿Cómo puedes utilizar la información que estás recopilando actualmente para ayudar a los hacedores de discípulos a escuchar lo que Dios está diciendo?

Comparte tus ideas y ¡qué empiece la conversación!