En las últimas semanas, he hablado con algunos hacedores de discípulos acerca de la movilidad urbana, la post-Europa Cristiana y las misiones a través de la cultura.
Aunque cada uno de estos tópicos representa un reto concreto, no son únicos.
Cuando describimos un reto como único, estamos describiendo más sobre nuestra experiencia y perspectiva que sobre el problema al que nos estamos enfrentando.
Estos son tres pasos que te ayudarán a superar el reto de hacer discípulos que estás enfrentando hoy:
1. Define el problema con una palabra. El reto de la movilidad urbana es la movilidad; el reto de la Europa post-Cristiana es la indiferencia; el reto de las misiones a través de la cultura es la cosmovisión. Al definir tu reto en una sola palabra, traes claridad a lo que anteriormente estaba escondido por la complejidad.
2. Busca el precedente bíblico. Jesús y los primeros discípulos vivían en uno mundo más parecido al nuestro de lo que a veces nos imaginamos. ¿Movilidad? Lee sobre Felipe y el Etiope. ¿Indiferencia? Mira a Jesús y a los fariseos. ¿Cosmovisión? Mira a Pedro y a Cornelio. Podemos recuperar la perspectiva al mirar a los ejemplos de Jesús y sus primeros discípulos.
3. Vuelve a enfocarte en las habilidades para hacer discípulos y en los principios. Al haber recuperado la claridad y la perspectiva, pregunta a Dios qué requiere este reto de las habilidades para hacer discípulos y cómo puedes aplicarlo de la mejor manera. Si es necesario, da un paso más, pasando de las habilidades a los principios para hacer discípulos. Aléjate y después acércate.
Ahora te toca a ti:
- ¿Qué retos a la hora de hacer discípulos estás enfrentando en estos momentos?
- ¿Cuál es la percepción y los pasos a tomar que tienes después de seguir estos pasos?
- ¿Qué otras cosas haces cuando te enfrentas a un reto aparentemente único?
Comparte tus ideas y ¡qué empiece la conversación!