Este es el quinto post de la serie sobre el papel de la secuencia en los movimientos para hacer discípulos.

La catalización de los movimientos para hacer discípulos puede verse como una serie de pasos que nos llevan del acceso a la persona de paz a un grupo de descubrimiento, y a continuación al cuarto de los cinco pasos, la transformación.

La transformación es lo que ocurre cuando el círculo la persona de paz responde a Dios en obediencia.

Existen dos tipos de transformaciones que tienen lugar cuando un grupo responde a Dios en obediencia:

La primera transformación es el renacer espiritual de cada miembro del grupo. Este proceso de renacer es impredecible – puede ser rápido o lento, y puede haber complicaciones a lo largo del camino. Con todo, los resultados son siempre los mismos: una nueva vida que conduce a una forma nueva de vivir.

El segundo cambio es la transformación del grupo a una expresión tangible del Cuerpo de Cristo en la tierra. Esto, también, es obra de Dios y su privilegio exclusivo (Mateo 16:18). La única diferencia entre una iglesia y cualquier otro grupo es que Cristo es el centro de la primera, pero no del segundo.

Esta cuarta fase tiene lugar cuando el círculo de la persona de paz se convierte en un grupo de creyentes bautizados.

Ahora te toca a ti:

1. ¿Cuáles son las implicaciones de que el grupo se convierta en una expresión tangible de la Iglesia en lugar de en parte de la iglesia local?
2. ¿Cómo afecta el conocer esta fase (Transformación) a tu forma de enfrentar la fase anterior (Descubrimiento en Grupo)?
3. ¿Qué faltaría si la Transformación fuese la secuencia final en los movimientos para hacer discípulos?

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