Este es el tercer post de la serie de siete posts sobre ir despacio para avanzar rápido.

En nuestro ansia por hacer discípulos, existe el riesgo de equivocarnos a la hora de reconocer a los cristianos que viven en el lugar donde queremos evangelizar, cristianos que ya tienen acceso a la gente a la que estamos intentando alcanzar.¹

La mayoría de esta gente está mucho mejor posicionada para hacer discípulos en sus barrios y ciudades de lo que nunca llegaremos a estarlo el resto. Aunque esto no siempre quiere decir que estén más preparados.

Al tomar el tiempo para encontrar y entrenar a cristianos del lugar para alcanzar a la gente de paz de sus ciudades, ampliamos de forma significativa la probabilidad de un avance rápido del Evangelio.

Estas son algunas preguntas que hago cuando estoy reclutando cristianos del lugar para avanzar en los movimientos para hacer discípulos:

1. Sus dones espirituales y sus pasiones… ¿están enfocados en la gente que está perdida?
2. ¿Expresan su fe fuera de las cuatro paredes de la iglesia?
3. ¿Su reputación entre la gente que no conoce a Dios es una reputación de gente que tiene esperanza y que está ahí para ayudar?
4. ¿Su trabajo y estilo de vida les lleva a estar en contacto continuo con la gente que no conoce a Dios?

Algunas veces reclutar y entrenar me relentizan, pero entonces me recuerdo a mí mismo: ¡tienes que ir despacio si quieres avanzar rápido!

Ahora te toca a ti:

1. ¿Qué te arriesgas a perder al equipar a los cristianos locales para alcanzar a la gente que está perdida?
2. ¿Qué puedes ganar?
3. ¿Qué vas a hacer?

Comparte tu opinión y ¡empieza una conversación!

¹ Nota del autor: existe una distinción importante entre los cristianos locales (del lugar) que tienen acceso a la gente de paz que está perdida, a través de los cuales se extiende el evangelio. Pero ¡trataremos más este tema en otro post!